Todas las lentillas, con la excepción de las lentillas desechables necesitan unos cuidados,
mantenimiento y limpieza para evitar infecciones, si como para evitar dañarlas o dañar a nuestros
ojos.
Además de limpiar y desinfectar las lentes de contacto, hay que intentar
mantener limpios y desinfectados las fundas y estuches para reducir riesgos.
A continuación describiremos los diferentes métodos, soluciones, sistemas y
productos químicos que existen en el mercado para realizar el mantenimiento y limpieza de las
lentillas que deberemos de realizar con más o menos frecuencia dependiendo del tipo de lentilla
que usemos:
Sistema de peróxido de hidrogeno de un paso
En este sistema de limpieza se usa el peróxido de hidrogeno para
desinfectar las lentillas.
Se denomina de un solo paso debido a que no es necesario enjuagar las lentillas antes de
volvérselas a poner.
Esto se consigue neutralizando el peróxido de hidrogeno con un disco catalítico
que puede estar incorporado en el sistema, o bien debe de ser añadido pasadas las horas que marque
el fabricante.
Hay que respetar los tiempos marcados por el fabricante del sistema antes de
volver a usar la lentilla debido a que este químico es muy irritante, y ha de estar completamente
neutralizado antes de volver a usar la lentilla.
Sistema de peróxido de hidrogeno de dos pasos
Este es el modo más seguro de limpiar nuestras lentillas eliminando bacterias,
hongos, algunos virus incluyendo en VIH, y la famosa Acanthamoeba (un organismo del reino protistas
que provoca queratitis, cuando esta ameba invade la cornea).
El procedimiento consiste en sumergir a las lentillas en una solución de
peróxido de hidrogeno que suele rondar el 3% y mantenerlas sumergidas el tiempo que marque el
fabricante.
Los fabricantes suelen indicar que tras 2 o 3 horas de exposición las lentillas
estarán libres de bacterias, hongos, VIH, y de Acanthamoeba, y es entonces cuando ya podemos
retirarlas de la solución y enjuagarlas en una solución salina.
Soluciones multiusos o polivalentes
Son las más populares y usadas para limpiar y desinfectar las lentillas blandas.
Tienen como principal desventaja frente a otros sistemas que se ha demostrado no son eficaces para
eliminar a la ameba Acanthamoeba.
Dispositivos ultravioleta con vibración
Estos aparatos utilizan la radiación ultravioleta para eliminar patógenos, y la
vibración manual o por ultrasonidos para retirar depósitos de suciedad de nuestras lentillas.
Tienen las ventaja de desinfectar muchos más rápidamente las lentillas que otros
dispositivos, y dependiendo del fabricante suelen indicar que tan solo precisan de 3 o 6 minutos de
uso para su completa desinfección y limpieza. Otra ventaja de este dispositivo es que puede
utilizarse con cualquiera de los
tipos de lentillas
que existen en la actualidad.
Además, sirven para enjuagar las lentillas de otros químicos utilizados para una
anterior desinfección.
Limpiador enzimático
Estos limpiadores son útiles para limpiar las lentillas de depósitos de
proteínas adheridos a nuestras
lentillas.
No sirven para desinfectar. Se suelen usar una vez por semana para realizar una limpieza más a
fondo de nuestras lentillas.
Limpiador diario
Dentro de esta denominación están incluidas multitudes de tipos de limpiadores
con multitud de agentes limpiadores y desinfectantes. Hay que leer los usos y propósitos de cada
uno de estos productos para estar seguros de que son y para qué sirven.
Su uso consiste generalmente en dejar la lentilla sobre la palma de nuestra
mano, aplicar el limpiador diario, y frotar la lentilla suavemente con una de las yemas de nuestros
dedos.
Solución salina
Las soluciones salinas no sirven para desinfectar las lentillas, y son
totalmente inútiles para este propósito.